Mientras trabajaban, auscultaban con la vista el cielo en busca de los indicios de la lluvia que estaba anunciada. Si el pronóstico se llegaba a cumplir, ellos iban a dejar de perseguir llamas en lo profundo de las quebradas del cerro; el agua se iba a encargar de aplacarlas. Pero hasta anoche, el calor seguía siendo el dueño absoluto del ambiente y dotaciones de bomberos de Yerba Buena, de Lules y de Tafí Viejo continuaban tratando de controlar un incendio que consumió dos hectáreas en Loma Bola.
El fuego comenzó en pastizales que se encuentran junto a la ruta que une San Javier con Villa Nougués, pero las llamas se extendieron hacia algunas zonas con monte y de difícil acceso. El siniestro se inició pocos minutos después de la medianoche de ayer y hasta el cierre de esta edición, los bomberos aún trabajaban para que no se extendiera.
"No es un incendio natural. Alguien lo inició, aunque no sabemos si lo hizo en forma intencional o accidental. Aparentemente, hubo varios focos en distintas zonas de la banquina y desde ahí el fuego avanzó al monte. Eso nos hace pensar que alguna persona prendió el fuego", explicó el director de Defensa Civil, Fernando Torres. El funcionario aclaró que, afortunadamente, las llamas no alcanzaron a encender troncos de árboles.
"Lo que se quemó es la alfombra de hojas secas que cubre el suelo. Tras las nevadas y las heladas, todo ese material se acumuló. Como está tan seco, arde con mucha facilidad", aclaró Pedro Rodríguez Salazar, coordinador del cuerpo de Bomberos Voluntarios de Yerba Buena.
Los rescatistas de la ciudad piedemontana subieron al cerro poco tiempo después de que el incendio fue detectado y trabajaron ininterrumpidamente hasta el mediodía de ayer. Durante la jornada, se sumaron sus colegas de Lules y de Tafí Viejo, personal de Defensa Civil, de Flora y Fauna, y recibieron la colaboración de las comunas de la zona (los yerbabuenenses regresaron al cerro durante la tarde).
Inevitablemente, la humareda despertó el recuerdo de los incendios que entre octubre y noviembre del año pasado consumieron una gran cantidad de hectáreas en el cerro. "Este es el primer siniestro del año en la zona serrana. Hubo otros incendios, pero hasta ahora sólo se habían producido en pastizales. Este fue el primero que llegó al monte", afirmó Torres.
"Comparado con lo que pasó en 2009, esto es muy chico. De todos modos, causa daño y esperamos que llueva. Ojalá que se humedezca el suelo y el ambiente para que no se repitan las situaciones del año pasado", anheló Rodríguez Salazar.